Rendición de cuentas
Durante el ensayo, se destinó un fondo transitorio de C$ 1,200 mensuales (unos $ 55) a cada brigada para sufragar gastos en materiales, transporte, comunicación y refrigerios en sus visitas de acompañamiento, capacitación y reuniones. Fue un aporte para sostener el esfuerzo colectivo de las brigadas y no precisamente un estipendio individual.
El fundamento del fondo era el desarrollo de la capacidad de planificar con base en la evidencia, que requería partir de alguna disponibilidad de recursos. Si bien en un principio son exógenos, el propósito era que progresivamente la comunidad (brigadas y líderes) movilizara o generara sus propios recursos hasta lograr plena autonomía y sostenibilidad.
El fondo estaba sujeto a rendición de cuentas de parte de la persona coordinadora de la brigada; en primera instancia a la brigada/barrio y luego a CIET, donde la información del gasto se registraba en el sistema contable en los formatos establecidos para ese fin, y que se mostraban al final.
La rendición de cuentas detallada se asumió como evidencia del trabajo de las brigadas y los medios utilizados; permitió planificar el siguiente período y era una manera de hacer transparente el esfuerzo colectivo.
A la par de la descentralización financiera, cada brigada nombró a su respectivo coordinador, quien a su vez se convierte el vínculo de la brigada con la oficina CIET y el sistema contable.