Seguimiento por pares en Managua
El vínculo de las brigadas con los hogares a través de las visitas de acompañamiento posibilitó el emprendimiento de un ejercicio de “monitoreo por pares”, donde brigadistas y líderes de un barrio visitaron a otro barrio para medir y socializar resultados y experiencias. El primer seguimiento de barrio a barrio se realizó en la última semana de noviembre de 2011 en 3,522 hogares de 29 barrios.
Los brigadistas visitantes le hacían seis preguntas a un residente de cada hogar:
1. ¿Este hogar ha sido visitado por un brigadista de SEPA para buscar larvas o pupas? (Si la respuesta era “no”, se pasaba a la pregunta 6.)
2. ¿Cuándo fue la última vez que un brigadista de SEPA visitó este hogar?
3. ¿Encontraron larvas o pupas durante esa visita?
4. ¿Ha visto usted algún cambio como resultado de SEPA? ¿Qué cambio ha visto?
5. ¿Qué le recomendaría usted a la brigada de SEPA?
Luego los brigadistas visitantes pedían permiso para monitorear los contenedores de agua del hogar junto con los residentes que estaban presentes
6. ¿Se encontró alguna larva o pupa?
Al finalizar cada día de medición, se compartía la evidencia recogida y las recomendaciones de los hogares con la brigada y líderes del barrio visitado. Larvas y pupas fueron entregadas en bolsas plásticas rotuladas con la identificación del hogar donde se encontraron.
Luego, cada brigada discutió los resultados de su propio barrio, no sólo los obtenidos durante el día de la medición por pares, sino también durante sus visitas ordinarias a los hogares y con relación a los datos de línea de base.
La acción por pares se ha asumido como expresión de solidaridad e intercambio que no sólo enriquece la experiencia propia de los barrios participantes, sino que permite conocer y replicar experiencias ajenas. Además, las brigadas han desarrollado la capacidad de interpretación y diálogo fuera de su propio territorio.
La primera experiencia de seguimiento sirvió también para disipar algunos temores ante la mirada externa al barrio, tal como se resume en el testimonio de un brigadista: “El día que se nos dijo que íbamos a monitorear otro barrio nos fuimos para atrás, nos dio mucho miedo. Pensamos que era peligroso, y al fin la facilitadora nos convence y nos vamos, y al llegar allá era todo lo contrario… era de lo más tranquilo; la gente acogedora y amable”.