El Papel de las Facilitadoras en Managua

La facilitadora Claudia Alonso (segunda a la derecha) capacita a brigadistas para las visitas a hogares.
Las facilitadoras actuaron como nexos entre el equipo de investigadores y las comunidades, y fueron quienes llevaron el peso del proceso SEPA hasta que las comunidades empezaron a generar sus propios liderazgos y sus dinámicas de prevenciones autónomas y sostenibles.
En este caso, se trataba de 16 mujeres y un hombre, la mayoría de los cuales trabajaron en el estudio piloto (2004-2007) como brigadistas o líderes de sus barrios. Estas personas, junto con el equipo del CIET, construyeron las bases del marco de comunicación y relaciones que caracterizan el ensayo Camino Verde.
A partir de mayo de 2011, las facilitadoras se integraron al proyecto Camino Verde para coordinar la retroalimentación de evidencia de línea de base a los hogares y los grupos de discusión sobre costos. Luego procedieron a la conformación y capacitación de las brigadas SEPA, aseguraron sus herramientas y materiales de trabajo y coordinaron las visitas de acompañamiento a los hogares. También promovieron la descentralización del trabajo de las brigadas, incluyendo la rendición de cuentas y toma de decisiones, la extensión territorial del trabajo de las brigadas y el seguimiento por pares de barrio a barrio.
“Venir de afuera” para facilitar o acompañar procesos de comunicación en “barrios ajenos” fue un desafío para las facilitadoras y un eje importante en la construcción del Camino Verde. Ellas lo describen como un aprendizaje que ha enriquecido sus vidas, su capacidad de trabajo y la intervención en su conjunto. Durante el seguimiento por pares se les preguntó cuál ha sido el cambio más importante con Camino Verde, y cada una de ellas habló de cambios personales, en las relaciones con las brigadas y entre brigadas, hogares y líderes barriales; entre generaciones; y en la situación entomológica. Estos testimonios recogen datos de gran importancia para entender la dinámica del proyecto Camino Verde y su impacto en las comunidades.
Los resultados del trabajo de las facilitadoras se vieron en la creciente autonomía de las brigadas de voluntarios, en la progresiva participación de los líderes comunitarios y en su salida de los barrios que estaban listos para seguir el camino verde con su propio ímpetu.