Estudio piloto en Managua (2004-2007)

Llantas transformadas en peldaños de escaleras, maceteros y terraplenes durante el estudio piloto en Managua.

El proyecto Camino Verde se echó a andar en Nicaragua entre 2004 y 2007, con un estudio piloto coordinado por el CIET y la Universidad de Berkeley en los barrios de Managua. Esta iniciativa puso a prueba una nueva manera de afrontar el antiguo problema de cómo motivar la participación de la comunidad para controlar a los mosquitos de manera sostenible y sin dependencia de pesticidas.

La intervención se basó en la metodología de comunicación del CIET, que promueve la socialización de la evidencia para la acción participativa (SEPA). En este caso se puso en práctica un diálogo permanente con los miembros de la comunidad, casa por casa y liderado por voluntarios locales, a partir de la evidencia y las experiencias de los propios barrios. Esta evidencia incluyó:

  1. Datos de cuestionarios sobre conocimientos, actitudes, percepción de autoeficacia hogareña y barrial, discusión hogareña y vecinal, y acciones de prevención, de acuerdo con el modelo de CASCADA del CIET;
  2. Encuestas entomológicas que identifican las larvas y crisálidas del Aedes en los hogares de los participantes;
  3. Evidencia serológica de la infección del dengue en niños, la cual se obtuvo al analizar muestras de saliva que indican el cambio en los niveles de anticuerpos específicos contra dengue.

Mecánica de la intervención

Para este ejercicio piloto seleccionamos un panel de 30 sitios centinela, cada uno con 130 casas, por un total de 3.956 hogares, para representar a la población de Managua. Durante el primer año recogimos los datos entomológicos, serológicos y de entrevistas con miembros de los hogares para la medición de línea de base. Esta información se devolvió a la comunidad a través de visitas a las viviendas y grupos focales, con el objetivo de generar debate y toma de conciencia y de fomentar acciones hogareñas e intervenciones comunitarias basadas en la evidencia. La movilización generada desde las comunidades incluyó intercambios de experiencias entre vecindarios, visitas de evaluación entre los barrios participantes, y coordinación de actividades con centros de salud del gobierno. El segundo ciclo, realizado en octubre de 2005, midió el impacto de las intervenciones del primer año y las perfeccionó con el aporte de la comunidad. La última medición se hizo entre octubre de 2007 y febrero de 2008.

El estudio piloto incluyó un análisis comparativo de costos y beneficios entre nuestra propuesta y las intervenciones del gobierno para el control del dengue, con énfasis en la efectividad de las acciones en uno y otro caso.

Durante este proceso, se refinaron los instrumentos y las técnicas de la encuesta, se identificaron elementos claves para motivar a la comunidad y lograr que participe en el control del mosquito, y se desarrolló un “paquete” de control del dengue que podría implementarse en otros países afectados por la enfermedad. El ensayo dejó una serie de beneficios y “valores agregados” de la intervención, como la capacitación de recursos humanos para la movilización basada en la evidencia, tanto en los barrios como en los servicios de salud; una mayor capacidad de organización autónoma para la prevención en las comunidades; y el fortalecimiento de liderazgos locales en los sitios de intervención. Las numerosas lecciones aprendidas en este estudio piloto dieron forma a la propuesta de intervención para el ensayo Camino Verde.