Camino Verde en México

Brigadistas explican las formas de vida del mosquito durante la visita a un hogar de Acapulco.

Varios antecedentes convergieron en la búsqueda de un “camino verde” para el control del dengue en el estado de Guerrero. La expansión del dengue a zonas rurales y el aumento de los casos de fiebre por dengue y fiebre por dengue hemorrágico marcaron el fracaso de las estrategias tradicionales para controlar la enfermedad mediante el uso de productos químicos. Distintos estudios realizados por CIET desde 1988 muestran que la población no tiene los conocimientos adecuados para prevenir la reproducción del mosquito vector.

Al mismo tiempo, un estudio del CIET en Nicaragua documentó una experiencia alternativa mediante la movilización comunitaria basada en evidencia de las propias comunidades. El proyecto piloto demostró la factibilidad de un “camino verde” para el control del vector, con ganancias muy substanciales para las comunidades de intervención.

Sobre estos pilares, y junto con la Secretaría de Salud de Guerrero, vecinos y socios colaboradores, pusimos en marcha un ensayo controlado aleatorizado por conglomerados en las regiones de Acapulco (850 mil habitantes), Costa Chica (385 mil habitantes) y Costa Grande (450 mil habitantes) en ese estado del sudoeste de México. Nuestro objetivo era probar que la movilización comunitaria a partir de la retroalimentación anualmente actualizada de la evidencia no es menos efectiva que los productos químicos para disminuir los criaderos, bajar los índices de larvas y pupas, y reducir la densidad de mosquitos Aedes. En particular, el ensayo buscaba reducir el riesgo de dengue mediante:

a) la diseminación y discusión reiterada de la evidencia entomológica, serológica, deconocimientos, actitudes y acciones de las propias comunidades;

b) intervenciones comunitarias de control de vectores a partir de la evidencia, que incluyen grupos de discusión deresultados, visitas de acompañamiento a hogares, actividades en las escuelas y eventos comunitarios;

c) medición del impacto de las intervenciones al final del ensayo.

Un objetivo explícito era desarrollar una estrategia comunitaria sostenible de control de vectores que redujera la necesidad de emplear pesticidas en el agua potable. También buscábamos probar que esta estrategia tiene otras ventajas relacionadas con la salud, como el incremento del capital social en las comunidades.

El proceso en marcha

Los componentes de la intervención Camino Verde se escalonaron entre 2009 y 2012. El primer paso consistió en un estudio de línea de base para determinar el ecosistema entomológico, inmunológico y de conocimientos, actitudes y conductas en torno del dengue. A partir del censo más reciente (2008), seleccionamos al azar 90 conglomerados estratificados por área en Acapulco y por municipio en Costa Grande y Costa Chica. En estos lugares documentamos los sitios de reproducción del Aedes aegypti, realizamos un conteo de larvas y pupas y estimamos las nuevas infecciones a partir de muestras de saliva de niños. Al mismo tiempo, buscamos establecer conocimientos, actitudes, prácticas y otras variables cognitivas y decomportamiento, sobre la base del modelo CASCADA del CIET.

Posteriormente, se aleatorizaron los 90 conglomerados para intervención (45) o control (45), balanceados por tamaño del conglomerado; índice entomológico de los hogares; tasa de enfermedad en la población general; tasa de enfermedad e infección reciente en niños de 3 a 9 años, medida por muestras de saliva; y estado inmunológico de los niños. La intervención involucró la socialización de los resultados del estudio en cada hogar, en grupos de discusión y en distintos ámbitos comunitarios, con liderazgo y participación de los pobladores, lo que nosotros llamamos socialización de la evidencia para la acción participativa (SEPA). Facilitadores y brigadistas tuvieron un papel destacado en el proceso. También se realizaron monitoreos por pares entre las distintas comunidades.

Estas acciones buscaron informar a las comunidades sobre el estado entomológico y serológico de cada lugar y generar una movilización basada en la evidencia que permitiera implementar intervenciones libres de pesticidas (por ejemplo, limpiar y sellar los tanques de agua) de manera autónoma y sostenible.

En la segunda mitad de 2012, hicimos una segunda ronda de medición en sitios de intervención y control. Esta medición evaluó los cambios de la tasa de infección en niños, de los índices larvarios en hogares y de los componentes de la CASCADA.